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Un país de borregos



España está en crisis, lleva mucho tiempo ya hundiéndose pero recién ahora parece que la gente se entera. Y no porque le faltase información, que la ha tenido abundante y de buena calidad (eso sí, en los medios alternativos) sinó porque lo que más le gusta a los borregos es taparse los ojos y mirar a otro lado.

El problema de España no es Rajoy y sus ministros, no es la Unión Europea ni el FMI ni el Banco Central. El problema de España son los millones de borregos adocenados, traidores, cobardes, vendepatrias filisteos, miserables y gusanos que no valen lo que un solo hombre en huelga.

Esos miserables desleales que siempre se aprovechan de la valentía, dignidad y osadía de los que luchan por sus derechos tienen la desvergüenza de alzar sus voces contra los que pregonan la necesidad de una huelga aludiendo a modo de escudo, su derecho a ir a trabajar, su derecho a que no les coacciones ni les amenaces.

Veamos, ¿cuantos casos documentados hay en momentos de huelga sobre obreros que les digan a sus compañeros «si vienes a trabajar te rajo las ruedas del coche, o te rompo los piños, o te tiro una piedra»? En caso de una acción en las que alguien impusiese a  un compañero una amenaza tan grave que produjese un vicio en el  consentimiento de este, podríamos hablar de COACCIONES o AMENZAZAS. Pero normalmente de lo que se trata es de que los esquiroles no se vean turbados en su ánimo de cucaracha, que no se propague su insolidaridad, que se le respete su acción de joder a los compañeros, como si eso no fuese una agresión. Como si con su acción de esquiroles no se estuviesen riendo del sacrificio de miles de personas que luchan para obtener mejoras de las que más tarde el esquirol se beneficiará.

Pero no, perdonen ustedes, pobrecito esquirol, no le agredan verbalmente haciendole ver en un espejo su miserable acción, respeten su «INEXISTENTE DERECHO A IR A TRABAJAR».  Porque lo más gracioso es que el esquirol siempre pide respeto a un derecho ficticio. No sabe o es que tal vez solo sabe repetir consignas de tertulianos fachas, que no tiene derecho a ir a trabajar; no sabe siquiera que en nuestra superior  norma,  la Constitución, solo se contempla y protege como un derecho fundamental el derecho a ir a la huelga. Ese es el derecho superior que «de momento»  prima y se protege todavía en nuestra maltratada constitución.  El otro argumento al que se alude es un enigmatico «derecho al trabajo», un derecho genérico, ninguneado y que evidentemente no tiene importancia, al menos eso parece por el tratamiento que la constitución le da al artículo 35: 

1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

Después de esta disquisición mejor será dejar para otro día la estupidez esa que contempla la constitución sobre que que tenemos el deber de trabajar  y relajarnos durante el fin de semana porque se acercan tiempos difíciles y no lo digo solo por el tema económico. Dífíciles porque además de hacernos morder el polvo, los hijos de puta malnacidos quieren que nos traguemos la bilis que nos generan.

¿A que viene que yo que llevo tanto tiempo sin escribir en mi blog arranque con tan mala hostia? A que acaban de robarme a mi y a un montón de compañeros, una vez más, y lo sorprendente es que una no piensa en los hijos de puta que gobiernan, sino en los hijos de puta cuya dignidad es equivalente a un total de 64 euros. Si, por si no lo saben la dignidad de un esquirol de justicia es equivalente a eso: 64 euros más o menos. Eso sí, para cualquier estúpida pantomima que no conlleve ningún riesgo en sus emolumentos están siempre preparados y dispuestos a protestar. Lo que pasa es que una ya se cansa, y a mi edad si salgo a la calle será a gritar, a cortar el tráfico y a montar bronca. En este país de borregos la experiencia histórica nos dice que si no la montas buena te cagan encima 40 años. Porque lo que es para mojarse, son muchos los llamados y muy pocos los que acuden.

 

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