Hace unos años, al festival que se hace en la playa de Riazor, en Coruña, trajeron (¡atención!): A Kiko Veneno, a Raimundo Amador, y a Melendi. Estamos hablando de un público potencial de 400mil personas, mas o menos, y un recital totalmente gratuito y al aire libre, en la playa. Pues bien, para Kiko y Raimundo apenas fueron unos cientos de personas, podías caminar sin apretarte hasta el escenario. Nos fuimos, con la Apache, cuando acabaron, y veíamos y oíamos a la gente venir entusiasmada «al concierto». El pibe ese, que sabe tanto de música como mi perro, llenó toda la playa de Riazor (podéis verla en el google). Es penoso, lamentable, pero es la sociedad en la que vivimos. O, como decían Les Luthiers en «Las Majas del Bergantín»: «-Es inútil… -Sí, pero es el capitán»