Leo en ésta noticia que un joven perturbado mental (loco), se coló en una comisaría de los Mossos d’Escuadra, que es la policía catalana, robó un uniforme y salió así vestido a patrullar a la calle. De novela. Los responsables de seguridad de las fuerzas de seguridad tendrán que dar una o dos explicaciones, supongo.
Si lo pensamos bien, el chico se puso en una esquina a dirigir el tráfico. No llevaba porra ni escudo, ni intentó pegarle a nadie. Quizás en algún momento de la historia se confundieron los psiquiátricos y los cuarteles, y nunca nos dimos cuenta.
Espero que el peso de la ley no caiga con mas fuerza contra este chico que contra aquéllos que propinaban (¿propinan?) terribles palizas en esas dependencias.
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