Cada vez hay mas pobres. Y lo que es peor, se dejan ver en la calle.
Afortunadamente el gobierno sale raudo en defensa de las víctimas de las injusticias de la sociedad, que son… ¡los comerciantes de las zonas paquetas de la ciudad!
Y ahí van los amigos y nostálgicos de Berluzquez, decididos a acabar con la pobreza sacándose de encima a los pobres. Si hay pobres que no se note, que se vayan a la periferia, porque «ofrecen una visión muy negativa de la ciudad a los turistas que la visitan». Y como todo el mundo sabe lo que importa es la imagen, aunque el interior esté podrido.
Pues a mí se me ocurre una idea mejor: No volver a comprar en la calle Real, o mejor aún: en ningún comercio que tenga la pegatina de esa asociación de comerciantes de la zona obelisco. Porque las fachadas están muy bonitas, pero por dentro se empieza a notar que huele mal. Y un día de estos me ven sucio y desprolijo y me acaban sacando a escobazos.
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