Hace unos días, en el coche, en cualquier radio que ponía escuchaba lo que llamaban el «incidente internacional» del día: El presidente de Venezuela había «insultado» a la canciller alemana Merkel. ¿Qué fué lo que dijo el verborrágico Chávez? Seguramente ya todos lo han oído: «Vayasé cancillera Merkel, y no le digo a dónde, porque a lo mejor va a Lima y se me pone loca y le tengo que decir ‘por qué no te callas'». ¡Oh! Pero si esa frase ya la conocemos, es la que más veces se ha oído en el Congreso de España, y la mas famosa de las que se han pronunciado en el sacrosanto recinto, salvo quizás por el grito de aquél que entró con una pistola.
Los medios chupamedias de esta europa derechona están al salto por el bizcocho. Estarían felices de anunciar a bombo y platillo que el negro sudamericano había «insultado» a la solemne canciller alemana. Sin embargo no les ha parecido especialmente reseñable que esa misma señora les recomiende a los países latinoamericanos que aíslen a Venezuela. ¿Quién se ha creído? ¿Acaso no es un insulto, no digamos solo a Chávez y a Venezuela, sino a los ciudadanos latinoamericanos, ir con esas condiciones?
Quizás Chávez se ha pasado un poco diciendo que los que hoy presionan a su país y al resto del continente son los mismos que apoyaban a Hitler. No es la misma derecha católica conservadora, está renovada.
Si los «demócratas de toda la vida», como un jefe de gobierno que no pasa por las urnas, le falta el respeto a Chávez públicamente en un congreso internacional, se hacen pis a chorritos adorándolo. Si Chávez le dice «vayase» a una solemne europea nacionalcatólica es un irrespetuoso. Si lo dice un conservador español lo hacen presidente.
Los líderes europeos lo que pretenden es proteger las inversiones de las empresas (privadas) europeas. No quieren que el nivel de vida de los pobres de latinoamérica mejore (ni siquiera de europa!), van allí a presionar para que las empresas europeas puedan tener los máximos beneficios posibles. Ésa es la noticia, que no dice ni El País, ni Público, ni la Ser, ni el resto de medios hipócritas.
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Ah! por cierto, llamar criminales a los que defienden la memoria histórica no es inconveniente. Vayasé don Pío. Vayasé don Fernando.
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