Buscando otras cosas me he encontrado con este fenómeno post de Podetti sobre la policía que es necesaria en la ciudad de Buenos Aires. Viene a cuento de que el jefe de accionistas de la ciudad… digo… de gobierno de la ciudad, quiere que se cree un nuevo cuerpo de policía para la capital.
En el fondo es comprensible. Debe ser tentador poder dirigir con tu dedo a un millar de hombres con cascos, escudos, palos y pistolas. Pero si este empresario quiere ser gobernador, que se presente a gobernador, mientras tanto es intendente. Y debería intentar comportarse como tal.
En Argentina hay una policía federal, que tiene ámbito nacional, y policías provinciales en las provincias. La Capital Federal (Que ahora se llama Ciudad de Buenos Aires) no es una provincia (por motivos históricos que llevó años y sangre solucionar, en el siglo XIX, pero que se resumiría en que en una república una provincia no debe mandar sobre las demás) ni pertenece a ninguna provincia, porque ahí se dirimen las cuestiones de la nación, y es jurisdicción de la policía federal. De perogrullo, ¿no?
Una cuestión, aparte de si es posible saltarse a la torera las bases organizativas de la república que costaron años de guerras internas para acordar y que sabemos que sí, que se las suelen pasar por los 00, es si los ciudadanos serán capaces de lidiar con un nuevo cuerpo de seguridad. Imagínense a los panaderos: más policías a los que darles las medialunas; y los pizeros, choripaneros… Y los jóvenes que cuando ven una patrulla se van por otra calle ¿qué harán cuando haya patrullas en todos lados?
Notas relacionadas que he encontrado por ahí:
Montón de patrullas nuevas para la federal. La presidenta del gobierno dice que la lucha contra la delincuencia se está «complejizando». La lucha contra la ignorancia también. Mas maestros, por favor.
Acá el ministro de justicia dice que no, que no se traspasa nada. Nota: ya le llaman «centroderecha» a cualquier cosa. Lo mismo a Stalin le llamarían de «centroizquierda».
Actualización: hablando con un amigo con sólidas convicciones y experiencia política (que se niega a entrar en el movimiento bloguero, todavía), me dice que la modificación de la constitución del ’95 le dió a la ciudad de buenos aires, además del nombre, una serie de competencias que incluía a la policía (entre muchas otras cosas). De ser así, se me viene abajo el esquema a mí, a kristina, a aníbal fernandez y a la madre que parió a todos. Y a macri le toca su policía, nos guste o nó. Y si los porteños tienen que pagar doble de coimas, lo siento.
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