Hoy estuve leyendo el diario, y la verdad es que estaba bastante asqueroso. Pero llegué a un par de noticias que me han hecho descojonar un rato:
Un hombre es condenado a 22 meses de cárcel por robarle a una prostituta los 40 euros que le había pagado por sus servicios. El hombre les pagó 40€ a dos prostitutas por los servicios en su domicilio, y cuando se iban les exigió que se lo devolvieran. Al final, solo una de ellas lo hizo, y al salir de la casa del condenado, contaron lo sucedido a una patrulla de la policía, que fué a la casa del susodicho. Al atenderles, éste les dijo: «Sois una puta mierda. Me suda la polla la policía y el juez; como me llamo Álvaro que os degüello, perros»
Ante esto se me ocurren varias cosas: Una, que 80 euros por follar con dos tías es baratísimo. Si uno llama a una compañía telefónica cualquiera y pide que le pongan un enchufe de teléfono le mandan a un solo técnico, le sacuden mucho mas, y el dolor de orto le queda al cliente. La segunda es que la frase es cojonuda, pero la cagaron al final; ¿quién le llama «perro» a nadie?? eso es de peli de guionistas cutres y con mal doblaje, me cuesta creerlo. A mí una vez un gilipollas me acusó de decirle «nos veremos las caras ahí afuera». Yo tenía pruebas clarísimas de que era imposible que le hubiese dicho semejante boludez: En mi colección de cine abundan las películas de Bogart, pero no hay ninguna de Charles Bronson ni de John Wayne. Y la otra cosa que se me ocurre, es que sería interesante calcular la proporción entre la pena impuesta a este tipo con la que se impone a otros ladrones. 22 meses por 40 rupias, a vér a qué pico les saldría a los de las tramas inmobiliarias, por ejemplo.
Otra noticia buenísima: La policía detiene a dos hombres que intentaban forzar un cajero automático con un pico y un martillo. Me imagino la escena: Los policias van haciendo la patrulla, tan tranquilos, «jo jo, ja ja», revoleando las porras, y miran al otro lado de la calle a dos tipos, bajo la luz de los spot, liándose a ostias con un cajero automático, que tienen como una tonelada de acero, como en una escena de peli de Woody Allen, digamos «Toma el dinero y corre».
«Voy al Mississippi, voy a ver a mi chica…»
Otras escenas esperpénticas había en el periódico: Un nacionalista X diciendo que determinado partido nacionalista gallego no es independentista, y que en el congreso «son gente de fiar». En síntesis, que son lo mismo que el partido jefe pero con distinto logotipo, y que si les dejan meter la mano en la lata estatal seguirán repitiendo las muletillas del tipo «felicito a las puertas y huertos de felicidad del estado por la gran labor que llevan a cabo en la lucha contra el derrotismo». Y luego va y le aprieta la mano al benemérito líder de otro partido, al que luego en los mítines no hacen mas que denostar por su pasado como ministro del sheriff de Nottingham.
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