Se ha destapado una enorme trama de corrupción en Madrid. Si hemos de creerle a Wyoming (y le creo), la olla estaba destapada desde hace años y era el «caldo de cada día» de los hosteleros madrileños, y ahora se ha rebalsado de tanto estar en ebullición.
¿La respuesta del gobierno? «No sé, yo no vi nada». Y con ese argumento rechazan cualquier responsabilidad. ¡Qué pitorreo! A los ciudadanos de Madrid les deben arder las tripas; yo en su lugar querría poner las urnas como inodoros en algún estadio de fútbol, para que las cague toda la población.
Que el rey sea irresponsable (lo dice la constitución) vaya y pase. Pero el resto de gobernantes, y en este caso los que ostentan el gobierno del ayuntamiento de Madrid, son completamente responsables de lo que pase en su gobierno. Y de lo que hagan sus subordinados, que para eso son los jefes, y no para estrenar bolso nuevo en cada inauguración.
Yo no sé como no se les cae la cara a pedazos, de vergüenza.
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