Ayer estuve hojeando un periódico local, cosas del aburrimiento.
Una de las noticias, en las primeras páginas, hablaba de la preocupación de IA por el uso de «pistolas láser» por la policía. Descartando haber sido abducido por extraterrestres o haber caído en un vórtice temporal, pensé que era una errata. Pero seguí leyendo y la calificación de «armas laser» se mantenía. Aparentemente se refería a las armas «Taser», el último grito de la moda en indumentaria policial.
Errores periodísticos aparte, es un tema preocupante. En primer lugar, porque es un instrumento de tortura. Por si fuera poco, esta comprobado que en ocasiones provoca la muerte de la víctima, y aparentemente también provoca daños en el corazón, lo que puede provocar la muerte prematura de los que sobrevivan a las descargas el primer día. Otro tema preocupante, es que las policías de medio mundo (o de todo el mundo, quizás), están armándose con un arma fabricada por una única empresa, estadounidense para mas datos. ¿Recuerdan a Robocop? Con aquel cuerpo de policía controlado por la corporación OCP…
Los políticos de turno suelen preocuparse por la acción de la policía, mas que nada porque no quieren tener manchas electorales. Por eso quizás es que ven con buenos ojos el uso de estas armas «limpias», que permitan que el acusado pueda ser puesto un par de días después delante de un juez, en aparente buen estado físico, con unos disimulados temblores quizás. Incluso anulan una posible denuncia por parte del damnificado, porque a menos que muera, y haya sido grabado por un videoaficionado, no habrá pruebas del abuso.
¿A nadie se le ha ocurrido un método mejor para reducir a gente nerviosa? porque puestos a inspirarse en la ciencia ficción, el método Frankenstein no parece el mas adecuado. A los aburridos funcionarios, les doy, totalmente gratuita, una idea: ¿Por qué no usar bombas de humo de cannabis concentrado? relajaría rápidamente al sospechoso, hasta le mejoraría el humor y lo volvería afable; y como efecto colateral, los policías que se acerquen para reducirlo también podrían tranquilizarse, y en un momento de apertura mental comprender que están ahí como garantes de la seguridad ciudadana, lo que incluye a la persona que están deteniendo.
Lamentablemente, según leo en el mismo periódico, todavía estamos muy lejos de que la imaginación alcance el poder, que siempre ha estado atado con mucha mas firmeza a las porras.
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