Para la final del eurobásquet estuve en un bar amigo tomando algo, y tuve la ocasión de ver el partido.
No es que sea yo un profesional del deporte (ni mucho menos), pero me parece que se de básquet mas que los comentaristas, que daban pena.
Desde mi punto de vista, parece que competían por ver quién tenía mas manteca en las manos. Gasol, no sé si sería porque le pagan mucho menos que en la nba, pero no encestaba ni aunque le acercasen la canasta. Cogió unos cuantos rebotes, eso sí.
Todo el mundo sabe que en un partido de básquet dos o tres puntos de diferencia no es nada, y si transcurre así casi todo el tiempo, es evidente que se definirá en los últimos segundos. Y es justo lo que pasó, y a último momento los rusos apretaron, mantuvieron la pelota, hicieron dos canastas y ganaron.
Los comentaristas se tiraban de los pelos, como si se tratase de un partido de fútbol, en el que 3 puntos prácticamente están asegurando la victoria.Para los que no lo hayáis visto, hago un pequeño resumen:
-me sudan las manos y pierdo la pelota
-patineski por aká (-espero que los lectores entiendan ruso, como yo-)
-no emboco un solo tiro libre
-me tropeceski con el compañereski
-fulanito me pegó
-menganeski se tireski y dice que le pegueski
-no comimos suficiente yogur y nos estan faltando los triglicéridos y los elecaseimunitas
-mantengueski la peloteski, hacemos las falteskis que hagan falta, apreteski, canasteski.
Y fin del partido. Todo eso, evidentemente, con muchísimas paradas para poder intercalar la publicidad.
Leyendo Diario de la galera de Imre Kertész me encontré esta reflexión con la cual estoy muy familiarizada. ¿Qué es la vida? La vida: tiempo que pasamos dedicados a cosas en gran parte superfluas. La característica principal del «santo» no es quizá la obsesión, la monomanía, sino el terror a perder el tiempo. El tiempo lleva el sello de lo insustancial, hasta que se cumple su terrible mandato, la senectud y la muerte. En Europa todo se resuelve con el trabajo o, mejor dicho, con el servicio laboral. Pasar por el paso subterráneo y darse de bruces con el trajín. ¿Adonde van tan deprisa? No es una pregunta barata referida a la muerte; se trata de que lo insustancial les resulta tan importante. Levantarse por la mañana, la higiene, la familia, los medios de transporte, ocho horas de trabajo —en su mayoría actividades insustanciales que no forman parte de la existencia—, luego la compra, más medios de transporte, un poco de diversión—que no afecte a la existencia, de ser posible—, en...
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