Diariamente recibo un montón de correos con contenidos religiosos. Yo no entiendo por qué, si he dejado claro en muchas ocasiones que no soy creyente . Pero aún así siguen enviándome boludeces (y me los manda gente conocida). Parece que se sienten en la obligación de convertirme.
Un ejemplo:
«Oración por tu empleo …. me lo mando fulanito, no podía borrarla hasta los 13 dias…» (Ahí estamos, rituales ridículos) «..A los tres dias de enviarmela lo llamaron para trabajar…» (por supuesto, si no consigue trabajo, es que los designios de dios eran inescrutables y esas cosas) «..DIOS ES GRANDE Y SUS INTERSESORES (sic.) COMO SAN JUDAS TADEO TAMBIÉN. AMÉN..» (ni pensar en reclamarle al gobierno que se aparte al menos un poco del sistema neoliberal capitalista y cumpla mínimamente con sus promesas de justicia social que siempre se pasan por el forro. No, le pedimos a un tal judas tadeo) «…difúndela a todos aquellos que puedas y pide para que con Fé logren encontrar un trabajo y/o mantener el que tienen…» (ahí va, pues en mi trabajo no hacen mas que echar gente, y no se si alguien le habrá rezado al tipo este, pero don judas tadeo aparentemente se ha cagado en nosotros. Las manifestaciones y presiones del sindicato son mucho mas útiles) «…para el que se siente infeliz, todos los días son malos; el que tiene el corazón alegre, está siempre de fiesta…» (me recuerda a la canción de Ignacio Copani: No pienses nada, hay que seguir \ bailando todos en el trencito, \ tras el flautista de Hamelín \ que nos cautiva con su sonido \ y qué me importa si soy feliz, \ que nos empujen de vuelta al río)
Después viene la oración propiamente dicha, en la que no deja de pedir salud; es evidente, para que no te echen al carajo, aunque sería mejor pedirle al gobierno que mejore la sanidad pública, que para el caso sería mas realista.
Al final dice que se la reenvíes a todos tus contactos y que antes de 13 días recibirás una sorpresa. Yo, por supuesto, no la mando ni en pedo, porque por primera vez en varios años estoy disfrutando de vacaciones, y lo último que necesito son sorpresas.
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