Estaba tranquilamente «ladrando mi rencor por las esquinas» y meditando sobre mi ombligo (Galicia): su esencia, su caŕacter sus contradicciones y demás tópicos. Meditando, sobre todo, en lo que no me gusta o me revienta de los gallegos. Pero ya se me pasó, me distraje con la tira ecol, me eché unas risas con mi nueva adicción y dejé mis monologos gallegos en la nevera. Por cierto, ¿se celebra alguna festividad hoy? no paran de tirar bombas al cielo.
Leyendo Diario de la galera de Imre Kertész me encontré esta reflexión con la cual estoy muy familiarizada. ¿Qué es la vida? La vida: tiempo que pasamos dedicados a cosas en gran parte superfluas. La característica principal del «santo» no es quizá la obsesión, la monomanía, sino el terror a perder el tiempo. El tiempo lleva el sello de lo insustancial, hasta que se cumple su terrible mandato, la senectud y la muerte. En Europa todo se resuelve con el trabajo o, mejor dicho, con el servicio laboral. Pasar por el paso subterráneo y darse de bruces con el trajín. ¿Adonde van tan deprisa? No es una pregunta barata referida a la muerte; se trata de que lo insustancial les resulta tan importante. Levantarse por la mañana, la higiene, la familia, los medios de transporte, ocho horas de trabajo —en su mayoría actividades insustanciales que no forman parte de la existencia—, luego la compra, más medios de transporte, un poco de diversión—que no afecte a la existencia, de ser posible—, en...
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